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Poniente, un lugar donde los veranos pueden durar años y los inviernos toda una vida. Un mundo frágil; donde la magia y fuerzas antiguas se revuelven en el mundo conocido y en las tierras del frío eterno Más allá del Muro. Se acerca el invierno y trae helados vientos de guerra.

Rocadragón

  • 7/24/2012 05:30:00 p. m.
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Si Desembarco del Rey es el centro tradicional del poder fáctico en los reinos, Rocadragón es el hogar del príncipe heredero. Por este motivo, siempre ha sido un lugar de interés para cualquiera que siga el entramado del poder político. Como hogar ancestral de los Targaryen y lugar desde el que Aegon el Conquistador partió para tomar el control de Poniente, Rocadragón siempre ha sido un lugar importante en el paisaje político y anímico de los Siete Reinos. Como no podía ser de otra forma, no se parece a ninguna otra estructura que exista en Poniente. A pesar de no tener tanta población como Desembarco del Rey, no ser tan imponente como el Muro, y tampoco tener tantos banderizos como otras regiones, tanto su importancia como su arquitectura única la hacen destacar por encima de las demás ciudades.


Vista desde lejos, parece una pequeña pero sólida ciudadela situada sobre una de las caras de un volcán activo, Montedragón, que deja escapar suficiente vapor negro y humo como para crear una constante neblina alrededor de la isla. Al otro lado de las murallas hay un pequeño pueblo pesquero, rodeado por un tormentoso mar lleno de piedras. Al acercarnos, la forma de la fortaleza se vuelve más clara, pero no más tranquilizadora. Se construyó utilizando roca negra, algunos dicen que procedente del infierno, y antigua magia valyria, con la que se unieron y moldearon las piedras en forma de figuras fantásticas. Así, la ciudad parece estar infestada por criaturas como gárgolas, perros del infierno, grifos, sierpes aladas, demonios y dragones. Todas estas grotescas decoraciones tienen unos tres metros y medio de alto, y sustituyen a las almenas que se encontrarían habitualmente en una fortaleza.

Las grandes torres se construyeron para parecer dragones extendiendo sus alas por encima de las negras paredes, de modo que la estructura entera resulte más amenazadora. La Torre del Dragón Marino da a la costa desde dentro de las murallas de la ciudadela, y la Torre del Dragón del Viento se inclina en el cielo y parece lanzar un rugido desafiante. Incluso el interior de los edificios está decorado con dragones: los marcos de las puertas son pequeñas representaciones de estas criaturas y la entrada al salón principal se hace a través de la boca gigante de uno de estos enormes monstruos. El humo y el calor de las cocinas salen a través de las fosas nasales del dragón recostado cuya forma imita la construcción. Garras colosales surgen de las paredes para sujetar las antorchas, las alas rodean la herrería y la armería, y las colas unen un edificio con el siguiente formando arcos, puentes y escaleras.

Dentro de las gruesas paredes hay un patio interior y una galería con ventanas en forma de arco, campos de entrenamiento, y suficiente espacio para dar cabida a tres mil hombres por lo menos, así como muros intermedios e interiores asegurados con puertas de hierro negro. En el centro de la fortaleza se encuentra la torre del homenaje de Rocadragón, un edificio circular llamado el Tambor de Piedra, por el ruido que hace cuando hay tormenta, algo que es bastante habitual.

Desde fuera, el Tambor de Piedra es una torre sin casi decoraciones y con pocas ventanas. En el interior, además de gran cantidad de habitaciones, se encuentra la Cámara de la Mesa Pintada, una gran habitación redonda con cuatro ventanas estrechas, cada una en un punto cardinal. En el centro hay una gran mesa con un grabado que tiene la forma de Poniente. Aegon el Conquistador fue quien la encargó construir y la utilizó para planear su conquista del continente antes de su partida. Es imponente, con más de quince metros de largo, casi seis metros en su parte más ancha, y poco menos de metro y medio en la más estrecha. Sus bordes imitan la costa de Poniente,
y el interior está decorado con los ríos, montañas, castillos, ciudades, lagos y bosques de los Siete Reinos, aunque no incluye ninguna de las fronteras. A un lado de la mesa, donde debería estar Rocadragón, se coloca una única silla elevada, de modo que el señor de la ciudad pueda vigilar sus tierras.

Rocadragón tiene también un septo con estatuas talladas dedicadas a los Siete. Estos ídolos están representados aprovechando los mástiles de los barcos que llevaron por primera vez a los Targaryen a Poniente, desde Valyria. Con el tiempo, las imágenes han sido vueltas a pintar muchas veces, en dorados, en plateados y decorados con joyas: la Vieja tiene perlas por ojos, el Padre una barba de oro, y el Desconocido, por alguna razón, se parece más a un animal que a un hombre. El monarca fue al Septo a rezar la noche anterior a partir a la conquista de los Siete Reinos.

El jardín de Aegon se encuentra tras un arco llamado Cola del Dragón. Es un lugar agradable, tranquilo, que huele a pino, y está rodeado de grandes árboles oscuros. En él que crecen rosas salvajes, enormes setos espinados y un pequeño arbusto con arándanos.

Los pasadizos bajo Rocadragón poseen paredes lisas de roca que despiden más calor conforme se acercan al volcán. Aunque persisten los rumores sobre la existencia de pasadizos secretos que llevan desde la fortaleza a los túneles de obsidiana del volcán, los únicos pasajes conocidos son los que se dirigen a las celdas bajo la ciudadela. Las mazmorras son desoladoras, húmedas y aterradoras, pero también son mucho más cálidas de lo que uno podría esperar de una isla como ésta.

El relativo aislamiento de Rocadragón ha sido tanto una virtud como una debilidad. Mientras que los Targaryen podían llegar a la isla por aire con sus dragones, los demás sólo podían hacerlo por mar, y esto hizo que la piratería y un potencial bloqueo inquietaran al Señor de Rocadragón, dos buenas razones para mantener una flota fuerte, tanto cerca de la isla como en el área de la Bahía de Aguasnegras.

OTRAS ISLAS Y TIERRAS

Casi todas las casas que sirven a Rocadragón controlan las islas que salpican el mar Angosto o se encuentran a lo largo de la costa en tierra firme.

Garfio de Massey
El Garfio de Massey es un estrecho de tierra que se interna en el Mar Angosto. Delimita la Bahía del Aguasnegras por el sur, mientras que por el norte se encuentra Punta Zarpa Rota. Está separado de las islas de Rocadragón y Marcaderiva por un estrecho de mar llamado El Gaznate. Los marineros deben rodearlo para llegar a Desembarco del Rey. En esta gran península se encuentra Danzapiedra, el castillo ancestral perteneciente a la casa Massey.

Isla Zarpa
Esta pequeña isla destaca en la costa de Punta Zarpa Rota en el mar Angosto. Es el lugar donde se asienta la casa Celtigar.

Marcaderiva
Marcaderiva es una isla de tamaño considerable, igual al de Rocadragón. Es el hogar ancestral de la casa Velaryon.

Punta Aguda
Se encuentra al sur de la península donde se sitúa la Bahía Aguasnegras, al final del Garfio de Massey. Punta Aguda es el castillo de la casa Bar Emmon. Se trata de una gran torre similar a un faro con un gran fuego en la cima.

Imágenes
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